Las películas sobre la adicción a menudo pueden caer en la trampa de fetichizar el tema, aumentando la miseria y el dolor en un intento de recalcar el dolor que acompaña a la enfermedad. The Outrun, basada en las memorias del mismo nombre de Amy Liptrot, tuvo cuidado de evitar tales errores, retratando el alcoholismo de la protagonista Rona (interpretada por Saoirse Ronan) con un toque sensible y gentil. La actuación de Ronan como el joven de 29 años formó el corazón palpitante de este proyecto, ya sea capturando a Rona como el alma de la fiesta bebiendo tragos o el alma sombría que intenta mejorar y mantenerse sobriedad. A medida que avanza la película, los flashbacks llenan claramente los vacíos del pasado de Rona, dando pistas de por qué podría estar atrapada en este ciclo, pero negándose a prescribir una conclusión absoluta. Todo ello alimentó el respeto dado a esta historia, lo que dio como resultado una pieza cinematográfica sorprendentemente conmovedora.
Fuente: NME |